Estoy avergonzado

Avergonzado...y mucho!

Ayer estuve viendo un partido de fútbol. Lo de menos el resultado, aunque me fastidió que el Barça nos ganara 0-2. Normalmente hablo del Zaragoza en primera persona, porque lo siento como mio; es mi equipo, el que representa a mi ciudad, a mi región, el que me hace sentir orgulloso en muchas ocasiones (anoche no fue una de ellas).

Hacia la mitad de la segunda parte del partido, veo a Eto´o (creo que no necesita presentación) hacer aspavientos hacia un sector concreto del fondo norte de La Romareda. Acto seguido se dirige hacia Álvaro (jugador negro del Zaragoza) y señalando el color de su piel les da una lección a los indeseables que le insultaban desde la grada con gritos racistas. En vista de que los gritos seguían, Eto´o decide marcharse del campo. Una pena que al final no lo hiciera porque lo que sucedió desde entonces hasta que terminó el partido fue un espectáculo bochornoso. Hasta ese momento el comportamiento del conjunto del público del campo había sido normal, incluso bueno. Animaban a su equipo y no se preocupaban del contrario. A partir de ese momento se convirtió en la peor actitud de un colectivo de gente que he visto en mi vida. Se intensificaron los gritos racistas cada vez que Eto´o tocaba la pelota y se escucharon barbaridades de un nivel bajísimo.

Yo pertenezco al colectivo de gente que ayer produjo este gran desastre para nuestra imagen de cara al exterior. Siento repulsa hacia el racismo y pienso que la mayoría de la sociedad actual también, aunque evidentemente todavía sobrevive en mucha gente que aún no se ha incorporado al tiempo en el que vivimos. A estos no les culpo, vivieron otro mundo y no han podido evolucionar. No le puedo pedir a una persona de 70 años que cambie a esa edad. A los otros sí, y mucho. En cualquier caso pienso que la sociedad española actual no es racista , pero sí que es competitiva (y más en un tema como el fútbol) y se vale de estas cosas para herir al contrario, que consideran enemigo. El problema de verdad surgirá cuando como respuesta a estos altercados de trasfondo racista, se produzcan respuestas del mismo signo de los afectados, y contrarréplicas de los primeros, entrando en una espiral de violencia verbal que se traslade a la calle, como ya observamos que sucede en otras sociedades tan avanzadas como la nuestra.

2 comentarios

[Juanvi - 02 de marzo de 2006 - 19:22]

Fue lamentable lo ocurrido el otro dia en el partido, aunque tambien es lamentable q en los campos vascos se coree en las gradas \"ETA MATALOS\" sobre algunos jugadores. Tambien es lamentable que en el Vicente Calderon se oiga: \"Aitor Zabaleta ya no vota en Anoeta\". Muy lamentable tambien la actitud en TODOS los campos de primera division hacia los jugadores de color, por lo tanto y a mi modo de entender el señor eto\'o monta el show. El arbitro no le tenia q haber parado.Veremos a ver si cuando en el camp nou se escuchen los \"uh uh uh\" el señor eto\'o tambien se quiere ir del campo aunque no vayan con el esos gritos, solo por solidaridad.Si no es asi, estaria contradiciendose en sus propias ideas. Una cosa más, no es normal que en el zaragoza-barça del año pasado este hombre se ponga a celebrar un gol imitando a un mono solamente para provocar y no es normal que este año salga del campo mofandose de la grada porque el barcelona habia ganado el partido 2-0. En fin, esperemos que estos episodios no se extiendan a toda la grada de todos los campos y se queden solos los 4 gilipollas de siempre haciendo el mono que por desgracia siempre estaran ahi.He dicho

[Agustín - 26 de febrero de 2006 - 15:19]

No pretendo justificar a nadie, por lo que cuentas debieron decir barbaridades que están muy lejos de cualquier calidad humana. Pero seamos serios: decirle algo a Etoo referente al color de su piel es malo, pero amenazar de muerte a los árbitros se puede. O acordarse de la madre de cualquier futbolista rival, eso también se puede.

Qué quieres que te diga, me parecen igual de lamentables todas las situaciones. Pero ya sabe que en un campo de fútbol todo vale. Qué pena.