Con tres ventanas abiertas, el sonido de las teclas desde el otro lado de la ibérica y ganas de empezar mi nuevo estatus laboral. Son días raros pero llevados por mi parte con alegría. Algunas de las razones:
- Ya tenemos camisetas y fecha para el comienzo.
- La tecnología permite comunicación fluida.
- Puedo concederme un café a media tarde sin el agua al cuello.
- Mi bitácora va tomando vida.
- Algún amigo va subiendo la cuesta que antes le parecía casi inalcanzable.
- Quique está a punto de salir a la carretera.
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